No he hablado nunca de los previos a la inauguración de Bless this mess, en apenas 30 días de trabajo abrimos, fue una verdadera locura, ya lo veo todo con cierto nostalgia y hasta algo de olvido. Pero al repasar las fotos almacenadas en estos últimos 5 meses, !zas¡ me tope con imágenes llenas de pintura, plásticos y papeles de periódico y sobre todo mucha ilusión.
No teníamos lámparas, eran medusas flotantes, daban miedito.
Y rincones que producían cierto repelús.
Mika se sentía muy perdida.
Y llena de pintura
Cuantos problemas dio esa ventana, Eh?
Buen efecto de este triángulo de color.
Aunque nunca veíamos el fin, el día llegó.
Aquí seguimos con la misma ilusión del primer día.
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